Para un creyente, Reiki se convierte en una forma diferente de "conectar" a la oración, puesto que es algo más físico, pero así mismo tiene muchas similitudes con la oración, con las peticiones, con el agradecimiento. Una sesión de Reiki se inicia pidiendo que nos llegue la energía, y se finaliza agradeciendo la energía, tanto la petición como el agradecimiento se puede hacer a quien uno quiera, los creyentes aprovecharemos la oportunidad para pedirle esta energía a Dios, un musulmán se lo pedirá a Mahoma, un ateo se lo puede pedir al Universo, a un ser superior, etc. Cada persona se lo puede pedir a lo que más le llene el corazón y la energía llega de igual manera y funciona lo mismo. Para mí, como creyente, Dios creó el Universo, por lo cual prefiero pedirle a Dios que me conceda la posibilidad de obtener la energía que necesito para sanar con Reiki, porque Dios engloba TODO, no hay nada superior a Él, entonces ¿qué mayor motivo puedo tener? Ninguno. Y además de darnos la energía, Dios nos concede la posibilidad de sanar con nuestras manos, tanto a nosotros como al prójimo, ¿quién sino Dios nos podría conceder tal don?
Maestro de Reiki: John Curtin (británico - Residente en España desde 1985)
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